El Basset Hound tiene la maravillosa facultad de adaptarse a la forma de vida de sus amos, es como un camaleón. A pesar de ser un gran cazador, puede transformarse en un peluche para los niños o en una alfombra al lado de la chimenea de casa. Es dulce y jamás agresivo, tierno y gracioso.
No tenga un Basset Hound para dejarlo solo al fondo del jardín, se siente feliz con sus congéneres y con sus dueños, y estará contento de participar en todas las actividades familiares. En la caza, pese a su apariencia física, es un excelente perro rastreador de liebres, conejos, jabalíes y ciervos, cuyo paso marca con sus profundos ladridos.